Sinopsis:
Sylvia Plath, una de las grandes poetas del siglo XX, llega a la
colección «Poesía Portátil».
Sylvia Plath es una de las poetas más admiradas del siglo XX. Sus
versos, que a lo largo de los años han ido cobrando protagonismo especialmente
después de que se quitara la vida a los treinta años, son un intento de
expresar su desesperación y su obsesión por la muerte. Sus poemas se pueden
considerar en gran parte autobiográficos y exploran su angustia mental, su
problemático matrimonio con el también poeta Ted Hughes y los conflictos sin
resolver con sus padres, así como la visión que tenía de ella misma.
Tanto ella como su obra se ha ido perfilando hasta el día de hoy como
uno de los grandes iconos del feminismo, y su poesía -en especial El
coloso y el póstumo Ariel-, como objetos adorados,
valiosas pruebas de que Sylvia Plath fue una de las grandes figuras de la
literatura del pasado siglo. Después de más de cincuenta años de ser escritos,
sus versos todavía contienen toda su intensidad, todo su dolor y toda su
belleza.
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«Entonces el cielo y yo conversamos abiertamente.
Y seguro que seré más útil cuando al fin me tienda para siempre:
entonces quizá los árboles me toquen por una vez
y las flores, finalmente, tengan tiempo para mí.»
«Entonces el cielo y yo conversamos abiertamente.
Y seguro que seré más útil cuando al fin me tienda para siempre:
entonces quizá los árboles me toquen por una vez
y las flores, finalmente, tengan tiempo para mí.»
Reseña:
Soy muda y oscura. Soy una semilla a punto de estallar. La oscuridad es mi parte muerta, y está resentida: no quiere ser más, ni diferente.
El libro está dividido en tres partes, a mi ver. Iniciando con una serie de poemas un tanto oscuros sobre el nacimiento de un hijo. Los desvaríos, el miedo, la necesidad de salir huyendo... creo que me identifiqué un poco.
No quiero que sea excepcional. La excepción atrae al demonio. La excepción asciende la colina de la aflicción o se sienta en el desierto y hiere el corazón de su madre. Quiero que sea común y corriente, que me ame como yo lo amo y que se una a lo que desee y donde quiera.
La segunda parte habla sobre ese hijo, qué situaciones le deparará el futuro... ¿qué hace la madre después de su nacimiento?
Y para concluir una serie de poemas comunes, que han sido añadidos al final.
Una se cansa de jardines públicos: una quiere vacaciones donde árboles y nubes y animales no hagan caso; lejos de olmos catalogados, de domésticas rosas de té.
Le puse esta valoración porque no me llegó, su bien tiene letras
bonitas, siento que le falta coherencia, tal vez sea la
traducción
Soy muda y oscura. Soy una semilla a punto de estallar. La
oscuridad es mi parte muerta, y está resentida: no quiere ser más, ni
diferente.
No lo dejaré ir. No hay astucia o falsedad en él. Ojalá
permanezca así.
Las plantas de sus pies no han tocado nada. Son caminantes
del aire.
Y soy un río de leche.
Hay muy poco que meter en mi maleta. La ropa de una mujer
gorda a quien no conozco.
Tuve una vez una vieja herida, pero ya ha cicatrizado.
No quiero que sea excepcional. La excepción atrae al demonio.
La excepción asciende la colina de la aflicción o se sienta en el desierto y
hiere el corazón de su madre. Quiero que sea común y corriente, que me ame como
yo lo amo y que se una a lo que desee y donde quiera.
Comparado conmigo, un árbol es inmortal y una flor, aunque no
tan alta, es más llamativa, y quiero la longevidad de uno y la valentía de la otra.
El futuro es una gaviota gris que con voz de gato susurra, la
partida, la partida.
Soy vertical. Pero
Una se cansa de jardines públicos: una quiere vacaciones
donde árboles y nubes y animales no hagan caso; lejos de olmos catalogados, de
domésticas rosas de té.
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