La llorona - Marcela Serrano

 

Sinopsis:

 La leyenda cuenta que La Llorona es la madre que deambula por los caminos llamando a los hijos que ha asesinado. Conocemos a la protagonista de esta novela por su llanto invisible, el de una madre que ha perdido a su hija a los pocos días de nacer. ¿En qué la convierte el destino: en asesina o salvadora? ¿Qué ocurrió realmente en ese hospital con su pequeña? Unida a otras mujeres en su misma situación buscará las respuestas, conseguirá alzar su voz y rebelarse contra la adversidad.

 Reseña:

La prosa y la historia, excelentes. En este libro van a encontrar un ejemplo de que no importa qué tan pobre e ignorante seas, el amor hacia un hijo siempre va a ser más fuerte. Una mujer  que de pronto se ve señalada por todos como la Llorona, porque piensan que igual que la mujer es la leyenda, mató a su hija. Sin embargo, es el hospital quien la ha declarado muerta. Sin un cuerpo que enterar, de pronto, algo le dice que su hija está viva y moverá cielo, mar y tierra para encontrarla.  Pronto, de ser una simple ama de casa, se convierte en la lider de todo un movimiento, se convierte en una activista para evitar que otros pasen por su misma situación. Una mujer pobre, sin estudios  a quien le roban a su hija, se convierte en una luchadora encarnizada hasta que consigue dar con su pequeña. Muy recomendable

Frases:

No tenían ruido esos recuerdos.

Las cenizas no se visten, las cenizas no pasan frío.

No sé bien qué vi, quizá oí una voz, no lo sé, pero créanme, mi corazón tuvo una certeza: la niña estaba viva. No se les había muerto, me la habían robado.

Bestias envenenadas incapaces de distinguir el miedo de la maldad.

=Si todas las mujeres que vinieron antes de una en el tiempo no leyeron ni escribieron, resulta forastero. Los dedos se me encrespaban como si insistieran en ser los dedos de mi madre, de mi abuela, de mi bisabuela. Está en la sangre, dicen.

La muerte de los hijos es de las madres, me dijo.

Pensé que, sacudido el afecto, las madres y las hijas nunca se conocen demasiado.

Era graduado en filosofía. Le pregunté para qué servía eso. Para nada, me respondió.

Algo me decía que teníamos los días contados. Pero no abrí la boca; que los contara él.

Era abogada, trabajaba en una empresa importante, vivía en la capital y era soltera. Todo eso lo supe en pocos minutos. Siendo mujer tan alta, seguro que nunca encontró un hombre de ese tamaño para casarse.

los países pobres somos además corruptibles y la corrupción es la enemiga mortal del desarrollo.

La mañana era lacia.

Las mujeres pobres tienen pocas ocasiones de estar con otras conversando y haciendo cosas importantes.

A veces lo veo a él en ti. Somos un juego de espejos tú y yo. Tenemos una historia similar pero invertida. Un raro reflejo, ¿verdad?

Nunca lo amé como al príncipe pero lo amé. Nadie puede tener dos paraísos en una sola vida aquí en la tierra.

nadie nos crió para imaginar que existen seres humanos que pueden ser buenos y malos a la vez.

El psicólogo me advirtió: nunca dejará de doler. A veces te distraerás, otras te parecerá que el corazón se olvidó de tu pérdida. Pero algo pequeño ocurre y revive la herida. No esperes otra cosa. Debes aprender a existir, incluso a gozar, con esa herida allí, abierta o semiabierta. Nunca cerrada del todo.

quien ha perdido un hijo ya no vale nada. Ha muerto doblemente.

Construir la vida es más difícil que morir,

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