Sinopsis:
A partir
de escenas ficcionalizadas en las que presenta a doce musas cuyo potencial no
pudo desarrollarse o no fue reconocido en su momento, Beatriz habla de su
propia realidad como mujer y artista y traslada las experiencias de esas
mujeres al presente y a su vida. En esta unión de historias, la autora
reivindica estas figuras y la necesidad de entender la lucha feminista por lo
que realmente es: un movimiento por los derechos humanos.
Reseña:
“No eres de dónde vienes. Eres a dónde vas.”
Por un momento,
al encontrarme este libro en la plataforma de Goodreads, quedé pensativa,
conozco a la autora, es una cantante y he escuchado algunas canciones de ella. Sin
embargo, no sabía si era buena escritora, no le conocía esa faceta.
En fin, el libro
es muy fácil de leer, y una obra de arte, ya que muestra muchas imágenes en acuarela
de cada una de las musas que aparecen en él. Además, Beatriz añade distintos
versos dedicados a cada personaje, así como una carta donde ella se dirige directamente
a ellos, les hace saber sus sentimientos, miedos e inseguridades, cuestiones de
su pasado, presente y futuro. Ahí me di cuenta que ella era bailarina siendo
muy pequeña, que no le agradan las letras que cosifican a la mujer (canciones),
y que es madre de un niño mestizo por quien bien podría cambiar el destino de
la humanidad.
En este libro,
mediante la creatividad e imaginación de Beatriz, se muestran diferentes historias,
donde las protagonistas, desafiaron a la sociedad de su época y se
transformaron en algo más, por medio de sus talentos, se desarrollaron de forma
diferente a las mujeres que les rodeaban. La hermana de Mozart, por ejemplo,
era más talentosa que él en el piano, o la esposa de Einstein, a quien no le
recnocienton su gran aportación a la ciencia de su marido.
Les prohibieron
ser ellas mismas, las relegaron al papel de ama de casa y algunas de ellas, ahí
se quedaron. Otras, como la creadora de la vacuna contra la sífilis, se hizo
pasar por hombre para poder ejercer la medicina y falleció en pos de sus sueños.
Recomendado
ampliamente para las feministas y no feministas. Salvo algunos errores ortográficos,
el libro esta muy bien
Frases:
Que somos una en todas y todas en una.
«No importa cuánto tiempo lleve usted siendo
coma, para ser tilde se necesita notoriedad, y usted carece de un pasado
relevante».
No soy historiadora ni filósofa; solo soy una
mujer a la que el prejuicio le ha robado parte de la vida.
no eres de donde vienes. Eres adonde vas.
antes de los grandes pensadores, los filósofos,
escritores y genios, con grandes oportunidades de desarrollarse e ir a las
universidades, LAS MUSAS ya existían, y con ellas, su conocimiento.
Hablo de esa musa creadora, inteligente e
infinita. Reivindicativa y fuerte.
No hay ningún texto explícito que describa que
ella ejerciera esa profesión, es más, cientos de escritos avalan que era una
mujer de la alta sociedad con amplios conocimientos y figura clave en la vida y
el desarrollo de Jesús.
En 2016, el papa Francisco la nombró «apóstol
de los apóstoles» y reivindicó su figura al sentenciar: «Es un ejemplo y modelo
para las mujeres de la Iglesia».
La ironía es el idioma sublime de la tristeza,
capaz de traducir la rabia en aliento.
Yo confieso que amamanté a mi hijo durante un
año… Espero que el mundo pueda perdonarme semejante exhibicionismo callejero
por el que en muchos países te multan;
«Vivimos en la cultura del envase que desprecia
el contenido», que diría Eduardo Galeano.
El olvido te enseñará que de recuerdos no se
vive. De recuerdos se sufre, se rompe y se desgarra.
Todos los cuchicheos de la alta sociedad de la
época tienen como protagonista a Nannerl, apodo artístico que le han puesto a
María Anna.
Y es que tal y como recoge Pascual Muñoz Muñoz,
doctor por la Universidad Politécnica de Valencia, en su tesis «Violencia
cultural en la mujer»,
Del 600 a. C. se sabe que la principal fuente
de ingresos de la poetisa Safo eran sus composiciones para ser cantadas en
bodas. Safo fue admirada por Sócrates, Platón y Aristóteles.
«Benditos los pensamientos radicales si son
para que nos paremos un momento a reflexionar».
Pero esa pequeña niña en ella no la escucha,
duerme desde los trece años, cuando su padre intentó venderla por cinco
camellos a un señor cuarenta años mayor que ella y Waris tuvo que huir,
convirtiéndose en mujer de la noche a la mañana.
Porque la mujer es relegada al uso exclusivo de
su cuerpo como fábrica gestante, sin consideración de sus propios deseos.
Usted es un hombre blanco que conquista con la
fuerza de las armas porque todavía no conoce el poder de las palabras.
Sus abrazos fueron bálsamo con propiedades de
ibuprofeno.
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