Sinopsis:
La fascinante nueva novela de Isabel Allende.
En plena Guerra Civil española, el joven médico Víctor Dalmau, junto a
su amiga pianista Roser Bruguera, se ven obligados a abandonar Barcelona,
exiliarse y cruzar los Pirineos rumbo a Francia. A bordo del Winnipeg,
un navío fletado por el poeta Pablo Neruda que llevó a más de dos mil españoles
rumbo a Valparaíso, embarcarán en busca de la paz y la libertad que no tuvieron
en su país. Recibidos como héroes en Chile -ese «largo pétalo de mar y nieve»,
en palabras del poeta chileno-, se integrarán en la vida social del país
durante varias décadas hasta el golpe de Estado que derrocó al doctor Salvador
Allende, amigo de Victor por su común afición al ajedrez. Víctor y Roser se
encontrarán nuevamente desarraigados, pero como dice la autora: «si uno vive lo
suficiente, todos los círculos se cierran».
Un viaje a través de la historia del
siglo XX de la mano de unos personajesinolvidables que descubrirán que en una
sola vida caben muchas vidas y que, a veces, lo difícil no es huir sino volver.
Reseña:
Una magnifica
historia de supervivencia. Un libro con muchos personajes, debes ponerle atención
al principio. De hecho, me quedé asombrada porque la autora estaba metiendo
personas y personas, conforme al desarrollo de la trama lo comprendí.
Como lectora asidua,
me ha fascinado esta historia, Isabel Allende maneja muy elaboradamente, tres escenarios
que sucedieron: la guerra civil española, la Segunda Guerra Mundial y la muerte
de Allende.
Los personajes
principales son Roser y Víctor, quienes al principio no estaban enamorados, pero
si destinados a estar juntos. Sus vidas van avanzando conforme al paso de las
paginas, ella inicia siendo una pequeña niña a punto de fallecer de pobreza, él
es un joven al que no le ha quedado de otra que irse a pelear por su gobierno.
Ella se enamora de su hermano, luego de que los padres de Víctor le abran las
puertas de su casa, por amor a la música.
No cabe duda que los
amores imposibles son la especialidad de Isabel Allende.
Después de mucho sufrimiento,
logran salir de España y llegan a Francia, donde son llevados a campos de concentración
(cada uno por su lado y Rose con una enorme barriga de embarazo), para después,
reencontrarse e ir en búsqueda de su libertad y una buena vida a bordo del Winnipeg.
Un libro que todos los
que amamos la historia debemos leer, pues no dudo que haya más de alguna persona
con historia similar. Y bueno, añadir que con un libro como éste, nos damos cuenta de que la vida pasa en un abrir y cerrar de ojos, nos damos cuenta de lo pequeños que somos ante el desarrollo de lo que algunos llaman destino.
Recomendado.
Frases:
«De haber
tenido a los hijos ahora, no nos habríamos casado, porque nadie es bastardo en
la República», declaró Marcel Lluís Dalmau
Sin ciencia,
industria y técnica no hay progreso posible, y sin música y arte no hay alma»,
Libros
sobraban, pero a él las letras le bailaban en la página.
amaneció tan
frío que el agua se congelaba en las cañerías, los vehículos y los animales se
quedaban pegados en el hielo, y el cielo, encapotado de nubes negras, estaba de
duelo profundo.
Era tan
liviana, que sin el manto podría haber salido volando.
la derrota
era preferible a seguir matando y muriendo.
murieron
cerca de quince mil personas en esos campos franceses de hambre, inanición,
maltrato y enfermedades. Nueve de cada diez niños perecieron.
Poesía es lo
que se queda en la cabeza y no se olvida.
Ese día de
verano, 4 de agosto de 1939, en Burdeos, quedaría para siempre en la memoria de
Víctor Dalmau, Roser Bruguera y otros dos mil y tantos españoles que partían a
ese país larguirucho de América del Sur, aferrado a las montañas para no caerse
al mar, del que nada sabían. Neruda habría de definirlo como un «largo pétalo
de mar y vino y nieve…» con una «cinta de espuma blanca y negra»,
«Que la
crítica borre toda mi poesía, si le parece. Pero este poema, que hoy recuerdo,
no podrá borrarlo nadie».
Cincuenta
años después, cuando Víctor Dalmau fue entrevistado en televisión para narrar
la odisea de su exilio, hablaría del Winnipeg como la nave de la esperanza.
Aquel 3 de
septiembre de 1939, el día esplendoroso de la llegada a Chile de los
desterrados españoles, estalló la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Entre ellos
se hallaba un médico de Valparaíso, Salvador Allende, dirigente socialista que
al cabo de unos días fue nombrado ministro de Salud y tres décadas más tarde
sería presidente de Chile.
El ajedrez
sería el fundamento de la amistad entre los dos hombres, que determinaría el
segundo exilio de Víctor Dalmau.
nada crece en
la penumbra de los secretos, el amor necesita luz y espacio para expandirse,
sostenía ella.
Cada persona
tiene una historia y quiere contarla.
El general
Augusto Pinochet encabezó una Junta Militar y pronto habría de convertirse en
la personificación de la dictadura.
aquella
gloriosa figura muerta iba acribillada y despedazada por las balas de las
ametralladoras de los soldados de Chile, que otra vez habían traicionado a
Chile»,
Franco
llevaba más de treinta años en el poder y Pinochet podía imitarlo.
Eso de andar
enfurruñado no sirve para nada. El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es
optativo.»
La ley
natural del universo es la entropía, todo tiende al desorden, a romperse, a
dispersarse, la gente se pierde, miren cuántos se perdieron en la Retirada, los
sentimientos se destiñen y el olvido se desliza en las vidas como neblina. Se
requiere una voluntad heroica para mantener todo en su sitio.
si uno vive
lo suficiente, los círculos se cierran.
Ante la
proximidad de la muerte, la intensidad de su amor se volvió insoportable como
una quemadura.
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